(Echeverría)
Las personas vivimos, nos relacionamos con otros y nos educamos en espacios claramente definidos: la familia, la escuela, la sociedad, la calle. Hoy, con las Nuevas Tecnologías de
Los niños y jóvenes viven en E3. Ahí ocupan la mayor parte de su tiempo; juegan, se comunican, se interrelacionan y aprenden en la red. Pero hasta ahora “el derecho a la educación basado en el principio de igualdad de oportunidades no existe en el tercer entorno” (Echeverría). Cada cual hace lo que puede en E3.
El nuevo espacio telemático “posibilita nuevos procesos de aprendizaje y transmisión del conocimiento a través de las redes telemáticas.” Y para intervenir activamente en E3 se requieren “nuevos conocimientos y destrezas que habrán de ser aprendidos en los procesos educativos”.
Por eso, pensar, diseñar políticas educativas y actuar respecto de la educación en el Tercer Entorno es una tarea urgente. “El acceso universal a esos escenarios y la capacitación para utilizar competentemente las nuevas tecnologías se convierten en dos nuevas exigencias emanadas del derecho a que cualquier ser humano reciba una educación adecuada al mundo en el que vive.”
Echeverría nos propone avanzar con la reflexiones respecto de los nuevos escenarios que podrían diseñarse:
- Escenarios para el Estudio
- Escenarios para
- Escenarios para la interrelación
- Escenarios para el Juego y el Entretenimiento
Todos estos escenarios “son distales, reticulares, no presenciales, multicrónicos, etc. Es decir, poseen algunas o todas las propiedades que definen al tercer entorno como espacio social específico“. Computadoras conectadas a Intranet, nuevos materiales educativos y aulas virtuales forman parte de estos escenarios. La escuela siempre abierta y sin tiempo reglado. Docentes y alumnos interrelacionados y donde se promueva el trabajo en equipo. Escenarios con nuevas forma de socialización, donde hay que aprender a moverse, intervenir y manejar nuevos códigos para comunicarse, donde se enseñen y aprendan habilidades y destrezas para el Tercer Entorno. También es necesaria la creación de espacios fuertemente interactivos, donde divertirse y jugar.
Y entonces surgen preguntas ¿Ya no existirá la escuela? ¿No es necesaria la relación de cuerpo? ¿Y los libros? ¿Quién educa en el Tercer Entorno? ¿Las empresas multinacionales? ¿Y la formación de los docentes para el E3? ¿Quién debe pensar, diseñar políticas y organizar los nuevos escenarios?
La escuela y los libros no tienen que desaparecer y deben intercalarse y articularse con los nuevos escenarios. La escuela necesita ampliarse a lo virtual. Los docentes tendremos que acercarnos a los autodidactas de E3, evaluar la conveniencia de la incorporación de blogs, wikis, foros, etc. de acuerdo a la situación concreta de aprendizaje y al sentido que podamos otorgarles a las nuevas tecnologías para enseñar. Podría ser el Blended Learning (donde se integran situaciones de aprendizaje presenciales y en línea) una forma de comenzar a complementarnos con el Tercer Entorno; donde el aprendizaje continúe fuera del aula y sin tiempo.
Para cerrar, nos queda “la” pregunta a resolver: ¿quién garantiza el derecho de acceso, la capitación y la educación en los nuevos escenarios de E3?
Son las grandes empresas las que están tomando la iniciativa desarrollando espacios educativos para E3; ¿y el Estado? Se queda un paso atrás en estos temas. Un problema estructural es, siguiendo a Echeverría, que E3 es transnacional y el Estado territorial. Sin embargo, será necesaria una autoridad pública que se haga responsable. Sólo así tendremos docentes capacitados y podremos pelear por el acceso universal a educarnos en este nuevo espacio social.
ECHEVERRÍA, Javier. "Educación y tecnologías telemáticas". España. Revista Iberoamericana de Educación. Septiembre - Diciembre 2000. Número 24. En: http://www.rieoei.org/rie24f.htm
